Entrena con propiocepción
La propiocepción, una palabra que se ha puesto muy de moda a la hora de ejercitar el cuerpo y que habrás oído en alguna ocasión, pero ¿Qué es la propiocepción?
La propiocepción hace referencia a la capacidad del cuerpo de detectar el movimiento y posición de las articulaciones, así como el estado de los músculos y sus diferentes grados de tensión y relajación.
Existen distintos receptores en músculos, articulaciones y ligamentos que reciben el nombre genérico de propioceptores, puesto que son los encargados de recibir la información propioceptiva, y comunicar el estado y posición en que se encuentra una cualquier parte de nuestro cuerpo.
El sistema propioceptivo tiene una gran importancia en la vida cotidiana. Si cerramos los ojos y alguien nos coloca nuestra pierna o nuestro brazo en una posición determinada, sin abrir los ojos sabemos perfectamente cómo está esa extremidad. Esto es debido a que todos los componentes del sistema propioceptivo están enviando información sobre grado de estiramiento de los músculos, sensaciones transmitidas por la piel, sensaciones de la articulación y esto permite que, en todo momento, nuestro organismo sepa exactamente lo que estamos haciendo.
Así pués , la propiocepción es el "sentido" que informa al organismo de la posición de los músculos y de las articulaciones, detectando así el movimiento. Es importante en las acciones de la vida cotidiana, pero ¿Por qué es tan importante a la hora de entrenar nuestro cuerpo?
Entrenamiento con propiocepción
Si es importante en pequeños gestos y en movimientos cotidinos, todavía lo es más en una actividad más intensa, como pueda ser el ejercicio físico.
El entrenamiento propioceptivo nos ayuda a mejorar la fuerza, la coordinación, el equilibrio, el tiempo de reacción y su trabajo es fundamental en la prevención de lesiones. Dentro de la fuerza estos ejercicios repercuten sobre los factores neuromusculares (sistema nervioso) mejorando la coordinación inter e intramuscular, tan importante en los movimientos que se dan en un entrenamiento.
Entrena tus articulaciones para que se fortalezcan desde lo más profundo, desde la base del equilibrio: desde la propiocepción. La propiocepción nos ayuda a evitar las lesiones y a evitarlas en un futuro.
Por lo tanto, en el entrenamiento, la propiocepción nos ayuda a conectar cuerpo y mente, a tomar consciencia sobre todos nuestros movimientos y a estar muy presente en todo lo que hacemos, Algo que nos permitirá entrenar con mayor concentración y sobre todo a obtener mejores resultados.