Marketing personal para instructores de ciclismo indoor

Tu imagen en Redes Sociales.

En los momentos de desconexión que habitualmente pasamos con nuestros alumnos en los distintos cursos que impartimos a lo largo y ancho del país, hay una pregunta que suelen hacernos en el 90% de los casos y es:

Y cuándo seamos instructores, ¿cómo encontramos trabajo?

Obviamente, la búsqueda de empleo es una “ciencia” que abarca muchísimos ámbitos del desarrollo personal y profesional, pero hay una vía que se puede trabajar y a la que muchos no le dan importancia.

Anteriormente en este artículo "¿Qué hacer después de realizar un curso de cicloindoor?" te dimos algunos consejos y pincelábamos el tema, pero hoy nos surmergiremos en el.

Está demostrado que a día de hoy esta vía es la mejor opción para conseguir un puesto en la mayoría de los centros deportivos y además ¡es gratis!

No obstante, antes de desvelarte el secreto a voces en el que muchos llevan años trabajando te hago unas preguntas:

  • ¿Qué es lo primero que tocas cada mañana al despertar?

  • ¿Qué miras en primer lugar cuando enciendes el teléfono?

  • ¿Cuánto tiempo al cabo del día pasas en tus Redes Sociales viendo “lo que hacen los demás”?

  • ¿Qué es lo último que ves antes de cerrar la pestaña cada noche?

En 2012, sólo unos cuantos raros teníamos un teléfono con conexión a internet, cámara y demás elementos de “distracción” (un 41 % de la población española).

Sin embargo, ya en 2017 esta cifra se disparó a un 81% de la población que actualmente cuenta con un teléfono “enganchado” a internet.

Si te das cuenta, al principio califiqué de distracción y posteriormente de enganche la capacidad del teléfono de darte acceso a todo el contenido que existe en internet y el motivo no es otro que el cambio en la forma de vida y costumbres de la población. 

¿A qué se debe ese enganche? Pues entre otros muchos motivos al crecimiento que ha tenido la participación de la población en las distintas Redes Sociales y te doy un dato más, en España, los internautas hacen uso de una media de 6,2 Redes Sociales a la semana.

Lo asumo y confieso: soy un friki de las Redes Sociales, pero hay una máxima en cualquier sector profesional y que se está convirtiendo en Ley:

Si no estás en las Redes Sociales no existes. (Discusiones ético-religioso-morales aparte. Nos daría no solo para escribir un artículo de blog si no para escribir un Bestseller, esa es la realidad).

Y tu, cual Neo delante de Morfeo en su decisivo momento ante la píldora roja o azúl, debes tomar una decisión:

¿Debo estar o no estar en las Redes Sociales? 

Y por aquí podríamos empezar mis aportaciones al blog de Bestcycling.

Hago un inciso para contarte una pequeña historia:

Un día, hace ya algunos años, le regalamos a mi madre un Smartphone, pero nos dimos cuenta de que todos los que convivíamos con ella estábamos en peligro. Le explicamos que para entrar en las aplicaciones debía tocar la pantalla, pero ella tardó 3 pantallas y 300 € en darse cuenta que no hacía falta apretar tanto. 

Luego, descubrió que si deslizaba el dedo por la pantalla a derecha o izquierda, aquello se movía y hacía cosas extrañas. Se mareaba y estuvo una semana sin tocar el móvil.

Pero su ardor guerrero la llevó a desafiar las leyes de la gravedad y cual gesto Jedi, empezó a pasar las páginas de su Smartphone de un lado a otro hasta el punto de que teníamos que pasar agachados por el salón de casa al ver volar los iconos de las apps de su terminal. 

En el final ya de su etapa de “evangelización digital” y mientras comíamos, un día me hizo una pregunta que hizo temblar las paredes del salón: “Curro, ¿y eso del feisbu qué es lo que es?”

Con paciencia y mucho afán de conocimiento (en algunas culturas lo llaman “ganas de cotillear”), descubrió que en el “feisbu” había mucha gente que ella conocía y en apenas un par de semanas, ya se “enganchaba” en discusiones políticas con el Señor Alcalde de la ciudad, compartía fotos de su nieto y aprendía ganchillo con los tutoriales que unos señores con un acento extraño tenían en sus canales.

Todo un descubrimiento para ella. Un cambio de vida.

Y ¿hasta dónde quiero llevarte?. Pues a la conclusión de que Facebook es quizás la Red Social por la que todos empezamos a adentrarnos en este mundo y dependiendo de lo reconocido o no que seas, de lo que te guste leer, de si la usas para posicionar tu curriculum o para ligar... un abanico interminable de Redes se abre ante nosotros.

Pero (sonido de disco rayado), centremos nuestras miras. No queramos ahora pasar de no tener ninguna Red abierta a querer saber de todas. Y antes de mi próximo artículo y como he hecho hasta ahora, quiero hacerte pensar:

Pongamos que como la mayoría de la gente, abriste un perfil en Facebook. Seguramente, de eso hace ya unos años, y lo que en sus inicios era una vía de contacto con tus amigos, luego fue abriendo miras y se convirtió en una herramienta para conocer a otros.

Incluso puede haber llegado el momento en el que el “filtro” que siempre debemos tener, haya desaparecido y tu red social se haya convertido en un todo vale.

Lo mismo subes una foto de tu última juerga en carnavales, como comentas un texto político, compartes un video de un perro gracioso, criticas alguna moda o gesto pasajero de alguien, etiquetas el restaurante en el que sueles comer o lanzas un mensaje de llanto desconsolado de lo “mala gente” que es tu jefe o tu compañero de trabajo” (no puedo escribir tacos).

Sin saberlo, estás creando tu perfil social y dando más información a terceros de lo que crees.

Día tras día, escribes páginas y páginas en el caralibro (Facebook) que hablan de ti, y lo peor, dicen mucho de cómo eres en realidad.

Cara a cara, el factor vergüenza se impone y los valores de cada uno hace que nos comportemos como se debe, pero, en las redes sociales, escribimos desde nuestra zona de confort, sin ser observados, en la privacidad de nuestra habitación, con nuestro ordenador o teléfono, sin el filtro que supone el pensar antes de pulsar el Intro. 

Pero, ¿no teníamos claro ya que el 81 % de los españoles estaba ya en internet y que solía visitar una media de 6 redes sociales a la semana?

Con esta pregunta quiero finalizar mi artículo para el Blog, no sin antes lanzarte unos deberes de estudio y reflexión:

  • Piensa que eres un coordinador del centro Deportivo X al que le llega tu Currículum. Ese currículum en el que has puesto tu mejor foto, aparte de un montón de colores para hacerlo “taco molón”. Has diseccionado punto por punto toda tu formación con pulso de cirujano. Has construido una experiencia profesional intachable cual arquitecto traza una línea en cualquiera de sus planos. Has concluido con una frase del tipo “me considero una persona sociable, alegre y con ganas de aprender día tras día”.

  • Ahora esa persona a la que has fascinado con tu “papel”, le da por poner tu nombre en Google y seguramente, el señor feisbu, te tenga colocado en las primeras páginas de búsqueda para ayudarle con su investigación. Entra en tu red Social, que seguramente tengas como pública y ¡tachán! la última juerga en la que acabaste en mal estado, tu gresca con el Alcalde, tus costumbres alimenticias y tu opinión sobre tu jefe actual.

Si has llegado a este punto sin sentir que una gota fría recorre tu frente, enhorabuena, tienes un perfil social muy cuidado, pero… si por el contrario tienes dudas razonables de que tienes tus perfiles sociales “algo descuidados”, te dejo 5 consejos que debes seguir de inmediato para empezar a “trabajar” con tu marketing personal, con tus Redes:

1. Borra todo aquello que te gustaría que vieran tus amigos pero no tus padres.

La figura del jefe es como la de tu padre cuando eres pequeño y no quieres que se entere de la mitad de las cosas que haces. Ojo, papá es perro viejo y seguramente tenga acceso a la información vía topo infiltrado entre tus “solicitudes de amistad”. Fotos, vídeos, llantos sin consuelo. Revisa tus opciones de privacidad

2. Pule la información personal.

Al igual que hiciste al diseñar tu currículum: es muy bonito poner que te gustan las flores y la música friki, pero piensa en aquello que “deseas vender” de ti y refléjalo en las secciones de información personal.

3. Usa tus redes para emocionar.

Mantén unido lo personal y lo profesional. Los perfiles humanos son mejor recibidos que los que sólo dejan ver lo bonito. Somos personas y tenemos corazón. Está genial que pongas fotos de tus súper clases y tus mega entrenos. Es una pasada ver lo bien que comes, pero de vez en cuando pon algo que te “haga humano”.

Sube una foto con tu familia, de algún viaje que hagas, incluso que la gente te vea que “también descansas y comes de vez en cuando unas pizzas o hamburguesas”. Los Super Héroes ya están todos fichados por MARVEL o DC, la “gente” busca “gente”.

4. Omite creencias, ideologías, opiniones y todo aquello que genere la más mínima polémica.

Déjalas para tu entorno más cercano. Las redes son excelentes transmisoras y llegarás a demasiada gente que no analizará ni el contexto en el que te expresas, ni el lenguaje ni mucho menos, la intención. Eres un instructor y te expones a mucha gente. ¿Qué ganas con publicar que te gustan los toros? ¿Crees que a alguien puede interesarle que eres fanático del Barcelona? ¿Qué puede pasar si te muestras afín a un partido político u otro? Lo único que generarás serán fanáticos y haters, es decir, gente que igualmente disfrutaba o podría disfrutar de tus clases, ahora se convierten, y por motivos ajenos a tu “trabajo” en aduladores o detractores. ¿Merece la pena

5. Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.

Estudios especializados en neuromarketing concluyen que una persona tarda apenas 3 segundos en crear una opinión firme sobre algo o alguien. Date un pase por tu Red Social de cabecera y observa: ¿Qué puedes ver en 3 segundos? Seguramente, te de tiempo a mirar la foto de perfil, o incluso si andas hábil con el ratón, llegues a ver la imagen de portada. Seguro que existe también algún Speedy González que hasta llega a leer las primeras líneas de información personal. “Gana” tiempo (ya que lo que inviertas en ello creeme que no lo perderás) en elegir una buena foto de perfil, una impactante foto de portada y en estudiar al milímetro esa información básica inicial que tu Red muestra a aquellos curiosos que dan contigo.

El mundo de las Redes Sociales es enorme e iremos profundizando poco a poco en muchos de los puntos de los que os he hablado, pero si de estos párrafos ya has sacado alguna conclusión, ¿nos dejas tu comentario y opinión y lo debatimos? 

Antes de cerrar, firmo con una frase que escuché en la radio hace unos días: 

“Hace unos años, cuando un extraño te seguía por la calle, te echabas a temblar. Ahora…lo llaman Redes Sociales”.