Convierte el deporte en hábito

En este artículo te vamos a hablar de estrategias efectivas para crear y mantener el hábito de realizar deporte de forma regular. Aunque todo lo que vamos a ver se aplica a cualquier hábito que quieras crear en tu vida.

La mayoría de las personas que se habían propuesto al inicio del año hacer mas deporte o comer mejor, ya han abandonado. De hecho, es uno de los propósitos mas comunes en la mayoría de las personas y al mismo tiempo suele ser muy complicado de conseguir para muchos.

Pero si realmente tanta gente desea llevar una vida mas saludable, ¿por qué les cuesta tanto hacerlo? ¿Existe alguna estrategia que podamos seguir para ser capaces de mantener esos hábitos para siempre con nosotros?

El camino de menor resistencia

Para poder responder a estas preguntas y poder encontrar una forma para solucionarlo, es necesario primero entender cómo funciona el cerebro y porqué nos cuesta tanto adquirir nuevos hábitos.

Robert Fritz, en el libro “El camino de menor resistencia”, utiliza una metáfora muy buena para explicar el comportamiento humano en lo referente a los hábitos. Y explica que las personas nos comportamos de la misma forma que se comporta el agua que fluye por un río.

Un río tiene una estructura subyacente, que es el propio cauce del río. El agua tiende a seguir de forma natural el cauce del río, y aunque nosotros de forma temporal podemos cambiar la dirección del agua, poniendo una presa por ejemplo.... El agua tenderá siempre a seguir el cauce del río, el camino de menor resistencia. La única forma de cambiar de forma permanente la dirección del agua, es cambiar de forma permanente el cauce del río, la estructura subyacente por la que fluye el agua.

Según Robert Fritz, las personas nos comportamos de la misma manera, tendemos a seguir el camino de menor resistencia.

En nuestro caso, si a una persona no le gusta hacer deporte, si no es deportista, durante un tiempo puede marcarse objetivos de practicar deporte de forma regular, pero a no ser que encuentre la forma de cambiar la estructura subyacente y hacer que le guste hacer deporte, que se convierta en un deportista, al igual que el agua del río vuelve siempre a su cauce, esa persona dejará de practicar deporte.

Esto se aplica a cualquier hábito que quieras adquirir, no solo al deporte, sino a cualquier cosa. Si quieres realmente cambiar un hábito, tienes que centrarte en cambiar la estructura que sostiene tus viejos hábitos para crear un nuevo camino de la menor resistencia posible y de esa forma, que ese nuevo hábito puedas practicarlo con menor esfuerzo.

Por supuesto, es mucho más fácil decirlo que hacerlo. De hecho, si fuese fácil no habrían tantos libros que hablan sobre el cambio de hábitos. Pero las buenas noticias es que tampoco es imposible de conseguir, tu también puedes cambiar cualquier hábito si te lo propones y sigues un proceso efectivo para ese cambio. Para hacer más sencillo de entender este proceso, lo hemos dividido en 3 pasos que puedes seguir;

Paso 1. Encuentra la razón adecuada por la que quieres hacer deporte

Daniel H. Pink, en su libro “La sorprendente verdad sobre qué nos motiva” habla de que las personas tenemos dos tipos de motivación, la motivación intrínseca y la extrínseca.

La motivación extrínseca es la menos efectiva y al mismo tiempo es la que más utiliza la gente. Deciden hacer las cosas porque quieren más dinero, más fama, verse mejor en el espejo, que los demás opinen mejor de ellos. En el caso del deporte o la dieta, las motivaciones extrínsecas serían hacer deporte para adelgazar para la boda de mi prima, o para verme mejor en verano, o para gustar más a mi pareja, o para tener el cuerpo de la modelo que he visto en Instagram.

Las motivaciones intrínsecas en cambio suelen ser mas efectivas y ayudan a mantener elevada la motivación a lo largo del tiempo. Ejemplos de motivaciones intrínsecas sería hacer deporte porque me hace sentir bien, o porque considero que es bueno para mi salud.

Cuando las razones para querer hacer algo no son las adecuadas, será cuestión de tiempo el que volvamos a nuestros viejos hábitos, porque las razones por las que queremos hacerlo no sostienen el esfuerzo necesario de hacerlo. Por ejemplo, si hacemos deporte simplemente porque queremos adelgazar y durante varias semanas no notamos ninguna pérdida de peso, la probabilidad de que abandonemos ese hábito es muy grande.

Por eso el paso 1 consiste en encontrar el porqué quieres hacer algo. ¿Porqué quieres hacer deporte y llevar una alimentación saludable? Y ese porque debe ser una razón intrínseca.

Que tampoco debería costarte mucho en encontrar, porque si lo piensas bien, si en este momento yo te preguntara cuales son las 3 cosas que más valoras o que son más importantes tener en la vida, con casi total seguridad me dirías que una de ella es la salud. Con lo cual, si la salud es una de las cosas más importantes en tu vida y el deporte y la alimentación ayudan a tener una buena salud, esa es una razón intrínseca muy buena para hacer deporte. No porque quieres adelgazar para ser más atractivo para los demás, sino porque haces deporte porque la salud es importante para ti.

Una vez que tenemos clara la razón por la que queremos crear el hábito, el segundo paso es convertir esa razón en nuestra identidad.

Paso 2. Convierte esa razón intrínseca en tu identidad

Este paso, aunque no es imprescindible, creo que puede ayudar muchísimo a la hora de adquirir nuevos hábitos, sobre todo con el deporte. Consiste en convertir ese hábito en tu identidad.

Piénsalo bien, un deportista hace deporte porque es deportista. Una persona saludable come bien. Un madrugador se levanta temprano todos los días.

Y eso no quiere decir que no les cueste trabajo hacerlo. Un deportista muchas veces no tendrá ganas de hacer deporte y a pesar de eso hace deporte porque es un deportista, es lo que soy! y hago lo que soy, aunque no me apetezca.

Así que el paso 2, aunque pueda parecer una tontería, consiste en convertir tus razones intrínsecas en tu identidad, y hacerlo público contándoselo a todo el mundo que puedas.

Este cambio sutil lanza un mensaje a tu cerebro, que hace que comiences a tomar decisiones, no en base a lo que te apetece hacer, sino en base a lo que eres.

Contarlo a la gente ayuda a que realmente interiorices ese cambio y en cierto modo que te obligues a actuar como tal.

Paso 3. Hazlo, aunque no estés motivado

El paso 3 es el más complicado, porque tal como hemos visto las personas tendemos a querer seguir el camino de menor resistencia, ese camino es el camino que has llevado cada día de tu vida hasta el día actual. La única forma de crear un nuevo camino que se convierta en el nuevo camino de menor resistencia es mediante la repetición diaria del nuevo hábito hasta que te salga de forma natural.

Es decir, si quieres realmente hacer deporte para cuidar tu salud, si quieres ser un deportista, tienes que hacer deporte.

Si lo haces, al final crearás un nuevo camino de menor resistencia y entonces te será mucho más fácil hacerlo, comenzarás a practicar deporte de forma natural porque es importante y porque es lo que eres.

Llegado este punto es importante que entiendas que es posible que muchos días no te apetezca hacer deporte, incluso tras muchos años haciendo deporte siempre hay muchos días que no te apetece. Algunos tendrás poco tiempo, otros estarás cansado, y otros días simplemente no te apetecerá, pero tienes que hacerlo.

Muchos piensan que para hacer algo tienen que estar motivados. Tienen el pensamiento erróneo de que la motivación debe llegar antes que la acción. Así que si deben hacer algo, esperan a estar motivados, y luego lo hacen. Pero raramente funciona así. La motivación es un sentimiento, es el sentimiento de me apetece hacer algo. Pero un sentimiento viene y va, cambia con facilidad y depende de muchos factores. Lo cierto es que cuando quieres hacer algo importante es mucho mejor que elimines de la ecuación la motivación y te centres mejor en la fuerza de voluntad y en las razones de querer hacerlo.

Curiosamente la motivación suele aparecer tras iniciar la acción. Es decir, muchas veces no te apetecerá hacer deporte, pero una vez hayas comenzado te motivarás para seguir. Lo difícil es comenzar.

Todo esto será mucho más fácil si encuentras la actividad que más te gusta hacer. Es posible que no te guste hacer pesas pero que te encante bailar o hacer cicloindoor. Es importante que te centres en hacer lo que más te gusta, o al menos al inicio lo que menos te disgusta.

Nuestro propósito en Bestcycling es generar felicidad en la gente con la ayuda del deporte. Si te cuesta hacer deporte de forma regular, te recomiendo que pruebes nuestros entrenamientos de ciclismo indoor. El cicloindoor es una actividad muy divertida, donde pedaleas al ritmo de la música y acompañado de un instructor que hace que entrenar se te pase volando. Tienes entrenamientos suaves si no te gusta esforzarte demasiado, y entrenamientos muy intensos si es lo que te gusta. 

Pero mi recomendación sería que pruebes varios deportes hasta encontrar uno que encaja contigo, da igual si no es con nosotros, lo importante es que cuides tu salud haciendo lo que te gusta y que crees una rutina que te ayude a comenzar con mayor facilidad. Por ejemplo, puedes dejarte la ropa de deporte preparada para ponértela nada más llegar a casa o llevarte la bolsa en el coche para ir directamente al gimnasio al salir del trabajo.

Cambiar un nuevo hábito no es fácil, pero si sigues estos tres pasos que te he explicado estoy seguro de que vas a aumentar mucho las probabilidades de adquirir ese nuevo hábito y no abandonarlo nunca. Crearás un nuevo camino de menor resistencia.

Ojalá que este video te ha ayude a conseguir crear esos hábitos saludables. No decaigas en tu objetivo de llevar una vida saludable, porque es un objetivo que merece la pena alcanzar.

Nos vemos en el próximo artículo. ¡Se feliz y practica bestcycling!