Mejora tu comunicación no verbal en tus clases de ciclo indoor
No conectar con nuestros alumnos en nuestras clases es algo muy grave y a lo que tenemos que poner un especial cuidado si no queremos perder el ritmo de la clase y la conexión con los alumnos. En este post te enseñamos a cómo manejar la intensidad y los tiempos en nuestra comunicación no verbal.
De sobra sabes que las herramientas de la comunicación no verbal son la mirada, la sonrisa, los gestos, las manos, el cuerpo y su energía. Son elementos muy importantes en nuestras clases de ciclo indoor pero que sirven de muy poco si no aprendemos a modular la intensidad a la comunicación según el momento de la clase en la que nos encontramos, es decir, subir o bajar el volumen y energía de tu comunicación dependiendo de si estás en el calentamiento o en un momento de esfuerzo, dicho así es fácil de entender e incluso puedes pensar que es fácil de poner en práctica pero la realidad es muy distinta.
Vamos a profundizar y extender un poco más de información en los errores más comunes para que acabes de entenderlo todo a la perfección.
Malinterpretar la intensidad o volumen de la comunicación no verbal
Esto ocurre básicamente cuando no utilizas la energía que toca según las zonas de entrenamiento. Por ello, te pueden ocurrir cosas como que estés muy enérgico en zonas de trabajo ligero o moderado como puede ser el calentamiento o estar poco enérgico en el momento de zonas con más esfuerzo.
Otra cosa que te puede ocurrir es que utilices demasiados gestos, queriendo hacer muchas cosas en muy poco tiempo en el momento de la clase que no toca o utilizar demasiada energía en las zonas de recuperación y relax.
Si haces esto el mensaje llegará de forma totalmente distinta a cómo lo querías comunicar y esto provocará que la comunicación sea incorrecta y el nivel de conexión muy bajo.
Mostrarse demasiado lineal
Esto ocurre cuando muestras la misma intensidad de la comunicación en el calentamiento que en la fase principal, es decir, no saber diferenciar los momentos de la clase en los que hay que variar la energía.
Este problema de comunicación lineal sucede especialmente a los profesores con poca experiencia y es fácil de identificar ya que mantienen demasiado tiempo las manos en el manillar y no utilizan su cuerpo para reforzar todo aquello que quieren comunicar.
Si la comunicación es lineal pueden que pase dos cosas: que empieces con un volumen de comunicación no verbal muy alto provocando que se sature el alumno al poco tiempo de empezar la clase ya que no habrá diferencia entre el calentamiento y la fase principal o que el volumen de comunicación no verbal sea muy bajo desde el principio y se mantenga al mismo nivel durante toda la clase haciendo que la clase sea un auténtico suplicio para el alumno.
Evidentemente si tu comunicación es lineal durante la clase en un caso o en otro, la comunicación será incorrecta y el nivel de conexión también será muy bajo.
¿Cómo podemos solucionar esto?
Ahora que ya sabes cuáles son los principales errores que se pueden cometer en estos casos vamos a darte dos pro-consejos que te van ayudar a mejorar esta área de la comunicación.
Adapta el volumen e intensidad de la comunicación no verbal utilizando la gráfica de FC o de Potencia…
¡Sí lo sabemos! Es súper recurrente pero es que es una pasada de herramienta.
Como instructores la gráfica nos ayuda a controlar la intensidad de nuestra comunicación porque nos va a decir en cada momento cual es el nivel de energía, intensidad, volumen y cantidad de comunicación que tenemos que utilizar. Vamos a verlo por zonas.
Zona 1
Es la zona de calentamiento, recuperación o vuelta a la calma. Generalmente tu cuerpo muestra muy poca energía, tus brazos y tus manos están relajadas y los movimientos son suaves.
Si estás sentado sobre el sillín sin utilizar el manillar, tus manos y brazos se mueven con suavidad reforzando el contenido verbal de tu comunicación y si estás sentado y conectado con el manillar de la bicicleta, no hay tensión en el agarre ni en el tronco superior. Los gestos de tu cara están relajados, mirada cálida, y dependiendo del estilo musical y del momento de la clase, más o menos sonrisa pero recuerda, la sonrisa es permanente.
Zona 2
Es la zona del trabajo fácil y buen rollera. Aquí tu cuerpo no genera demasiada energía con respecto a la zona 1. Tanto en altas como en bajas frecuencias, la energía de tu cuerpo tiene que ser suave pero aquí el volumen de expresiones faciales sí que tiene que ser mayor ya que generalmente.
Esta es la zona donde se utiliza música con muy buenas vibraciones, los gestos de tus manos y brazos son numerosos y van sincronizados con la música. La conexión con la mirada y la sonrisa es permanente.
Zona 3
Esta es la zona de esfuerzo moderado. Aquí el nivel de energía a la hora de mover tu cuerpo ha aumentado porque la tensión de tus piernas y el esfuerzo en general es mayor.
¡Pero ojo, cuidado con esta zona! Hay que ser capaces de diferenciarla bien a través de tus gestos. Aquí la sensación de entrenamiento es total y el trabajo ya no es fácil. Por eso nuestra comunicación tiene que ser más enérgica: nuestro cuerpo se mueve con más energía, nuestros brazos y manos se mueven con más rapidez y con un mayor grado de sincronización con la música, la conexión a través de la mirada es total y la amplitud de la sonrisa irá en función del tipo de música que estés interpretando en ese momento.
Zona 4
Esta es la primera zona de impacto de trabajo de la clase y el volumen de energía en tu cuerpo es total. Si pedaleas de pie el agarre es más enérgico y la tensión de tu cuerpo también. Si pedaleas sentado la posición de los hombros es un poquito más baja para representar más tensión y tu agarre al manillar es potente.
Los gestos de manos y expresiones son variados y contundentes. La mirada para buscar conexión es muy alta y es importante tratar de no agachar la cabeza buscando interiorizar el trabajo. La sonrisa aquí ya no es tan necesaria, dependerá de la música que se esté interpretando.
Zona 5
Esta es la zona de trabajo y esfuerzo total. La energía de tu cuerpo es muy alta y mayor que en la zona 4. Si pedaleas sentado la posición de los hombros es ligeramente más baja al flexionar un poco más los brazos representando así más tensión y provocando un agarre al manillar potente.
Si el pedaleo es de pie mantienes ese mismo agarre y el movimiento del cuerpo tiene que ser sumamente enérgico. Aunque los gestos de manos y brazos son más escasos tienen mucha energía. Las expresiones faciales son duras, y la mirada, dado que el nivel de esfuerzo es elevado, se tiende a agachar un poco la cabeza buscando interiorizar las sensaciones del esfuerzo, que es normal, pero recuerda la importancia de mantener en la medida de lo posible una buena conexión visual. La sonrisa aquí ya no es tan necesaria, generalmente la música es potente que requiere concentración.
Pruébalo en casa
Ahora te vamos a pedir que saques el artista que llevas dentro. Así que elige dos canciones de un ritmo similar que estén entre las 60 y 70 rpm. Una que tenga poca energía y otra que tenga mucha energía.
Si tienes una bici ponla delante de un espejo y si no tienes acceso a ninguna… ¡no pasa nada! ponte delante de un espejo y haz como si pedalearas moviéndote al ritmo de la música.
Cuando le des al play y empiece a sonar la canción con poca energía, los gestos y tu expresión corporal deberán representar la energía de la música. Poco a poco, representa con tu cuerpo y gestos las zonas de la gráfica 2 y 3.
Ahora haz lo mismo con la canción que has elegido con más energía y trata de que los gestos y la expresión corporal represente la energía de las zonas 4 y 5.
Por último, trata de grabar estas sensaciones en tu mente y ya verás como sin darte cuenta, las incorporas a tus clases.
Esperamos haberte dado las herramientas necesarias para que puedas darle sentido a aquello que quieres comunicar a través de tus gestos y la energía de tu cuerpo, poniendo cada cosa en su sitio dentro de la clase y haciendo que el alumno sienta en cada momento donde tiene que entrenar de forma suave, donde tiene que relajarse o donde tiene que dar el máximo.
Seguiremos contándote cosas relacionadas con la comunicación, con el entrenamiento y muchas otras más orientadas a profesionales del ciclismo indoor en próximos vídeos.
Así que mientras volvemos a encontrarnos, ¡que seas muy feliz y que practica Bestcycling!